Año nuevo, vida nueva

La llegada de Diego Pablo Simeone al Atlético de Madrid ha creado grandes ilusiones (esta vez de verdad) que seguramente se transformarán en resultados positivos. Y es que el argentino no solo ha conseguido generar de nuevo ilusiones, sino que en una semana ha obtenido lo mismo que Manzano en varios meses, un punto fuera de casa.

A Manzano nadie le quiso desde el principio y esa fue su tumba, esta es la diferencia que hay con el Cholo, un hombre querido por la afición, uno de los artífices del doblete del 96 (Liga y Copa) y lo más importante un entrenador con las ideas claras: agresividad, velocidad y contragolpe.
Ayer ante un crecido Málaga por su partido en el Bernabeu, se vio a un Atlético nuevo, fuerte, trabajador, sin errores en defensa pero con la misma falta de gol que acompaña al equipo durante la temporada. La verdad que es de extrañar que con hombres como Falcao, Diego, Arda y Adrián (ayer suplentes estos dos últimos), el Atlético solo lleve 23 goles a favor y 27 en contra.
Sin duda la falta de gol es el principal problema al que el Cholo debe encontrar una solución, pero por el debut de ayer en la Rosaleda los atléticos pueden estar contentos...